lunes, 17 de diciembre de 2012

«La Guerra Civil televisada» demuestra el uso político, social y cultural de la contienda por parte de los medios televisivos

En la editorial Comunicación Social Ediciones acabamos de publicar el libro La Guerra Civil televisada. La representación de la contienda en la ficción y el documental españoles, bajo el cuidado de la profesora de la Universidad de Navarra Sira Hernández Corchete.

Setenta y cinco años después de su estallido, la Guerra Civil española conserva una inusitada actualidad en la vida política nacional y, quizá también por ello, en la parrilla televisiva. Reportajes, documentales y series de ficción se asoman sin descanso a la pequeña pantalla para, como en décadas anteriores, conformar y mantener viva la memoria colectiva e histórica del que aún hoy está considerado como uno de los acontecimientos más trágicos de la historia reciente de España.
Portada de La Guerra Civil televisada. Coordinado por
Sira Hernández Cochete (Universidad de Navarra) y publicado
por Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.

La Guerra Civil televisada. La representación de la contienda en la ficción y el documental españoles examina por vez primera de forma diacrónica y global la evolución del discurso histórico sobre la Guerra Civil ofrecido a través de los principales documentales y ficciones de producción propia emitidos a lo largo de la historia de la televisión en España.

Los trabajos que integran esta obra colectiva demuestran, de forma rigurosa y pluridisciplinar, que la representación catódica del conflicto fratricida no se ha mantenido invariable en el tiempo y en el espacio, sino que, por el contrario, las distintas cadenas han ido acomodando su recuerdo a las necesidades políticas, sociales, culturales y televisivas de cada etapa y región histórica.

De este modo, La Guerra Civil televisada reivindica el papel desempeñado por la pequeña pantalla en la socialización política de los españoles acerca de la contienda nacional, al tiempo que desvela los recursos narrativos y retóricos empleados en las distintas producciones para configurar un discurso televisivo sobre la guerra «presentista», heterogéneo y en absoluto neutral.

Sira Hernández Corchete.
Fotografía: M.C.
Además de la propia editora, Sira Hernández Corchete, han colaborado en La Guerra Civil televisada las profesoras de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra Ruth Gutiérrez y Patricia Diego, así como los profesores Juan Carlos Ibáñez (Universidad Carlos III de Madrid), Enric Castelló (Universitat Rovira y Virgili), Santiago de Pablo (Universidad del País Vasco), Francisca López (Bates College), José Carlos Rueda Laffond (Universidad Complutense de Madrid), Elena Galán (Universidad Carlos III de Madrid) y Mar Chicharro (Centro de Estudios Superiores Felipe II. Universidad Complutense de Madrid).
‘La Guerra Civil televisada’ se inserta en el marco de la investigación que la profesora Hernández desarrolla en el proyecto “El discurso público. Estrategias persuasivas y de interpretación”, pilotado por el grupo Análisis del Discurso. Universidad de Navarra (GRADUN) del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra.

Pueden acceder al índice y a la introducción de este libro directamente desde su ficha bibliográfica en la web de Comunicación Social Ediciones.
Información diversa que ha ido apareciendo en los medios de comunicación:
Diario ABC.
Universidad de Navarra.

lunes, 1 de octubre de 2012

Begoña Echevarría: «En el género de la entrevista no está todo inventado, pero su evolución depende del atrevimiento de los periodistas y de los medios»

[La profesora de Redacción Periodística publica el libro La entrevista periodística. Voz impresa, una herramienta útil y práctica para los estudiantes y los periodistas que empiezan. Por Marta Frechilla]  
La profesora de Redacción Periodística del CEU de Valencia Begoña Echevarría.

Cuántas veces un periodista se queda en blanco mientras hace una entrevista. Cuántas se bloquea y no arranca al escribir una entradilla. Y seguro que más de una vez a lo largo de su carrera se va a encontrar con un «no» por respuesta al pedir una entrevista a un personaje famoso. Porque la teoría es una cosa y la práctica otra bien distinta, la profesora de Redacción Periodística de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia Begoña Echevarría ha escrito un libro sobre la entrevista en el que, además de ‘diseccionar’ el género, ofrece herramientas y consejos prácticos para que el periodista afronte bien ‘armado’ un género que la autora define de difícil. Muy difícil. En septiembre, Comunicación Social Ediciones ha publicado La entrevista periodística, voz impresa, un estudio pensado para estudiantes de Periodismo y periodistas ‘novatos’. Aunque nunca está de más un consejo útil para aquellos profesionales curtidos en la batalla. 

«Los destinatarios del libro son alumnos
y también periodistas 'novatos' que,
mientras cogen seguridad, tienen una
referencia a la que acudir»

-Cómo no sentirse intimidada y vigilada al hacer una entrevista a la autora de un libro que, precisamente, trata de la entrevista...
-No te sientas así. Escribir un libro sobre la entrevista no significa que lo sepa todo sobre ese género ni mucho menos, si bien es verdad que es un género que me gusta mucho. Es un género difícil, aunque aparentemente parezca que no lo es. Detrás del texto que llega a los lectores hay mucho trabajo y, a diferencia de otros géneros periodísticos, hay que conocer técnicas que van más allá de la redacción. El periodista puede preparar la entrevista muy bien, pero, luego, a la hora de hacerla se tira a la piscina, porque puede que el entrevistado no reaccione como esperaba, puede encontrarse con contratiempos, etcétera.

-El libro incluye casos prácticos, ejemplos de entrevistas, trucos para convencer al entrevistado de que nos conceda la entrevista y otras herramientas útiles para periodistas. ¿Es ese carácter práctico lo que diferencia a este libro de otros ya publicados sobre el género periodístico de la entrevista?
-Sí, yo creo que sí. Estamos hablando de libros académicos y yo, como llevo muchos años dando clases de Periodismo, ya me di cuenta hace tiempo de que explicar a los alumnos sólo teoría no les sirve. Es necesaria la teoría, pero si les estás explicando y luego les pides que vayan a la calle y hagan una entrevista, hay que poner muchos ejemplos para que ellos puedan darse cuenta de que la teoría les dice “a” pero luego para hacer ese “a” se encuentran con muchos contratiempos. Y los alumnos suelen agradecer esos ejemplos. La intención del libro es que resulte práctico, y precisamente en eso se diferencia de los demás estudios de la entrevista. He intentado que sirva de herramienta a los alumnos. Para ayudarles en situaciones y darles respuestas a qué hacer cuando, por ejemplo, llaman a una persona para hacerle una entrevista y les responde que no se la concede.

«La entrevista en medios impresos es
el género que se presta a mayor manipulación;
pero, en España, los periodistas trabajan
bien y no acuden a la entrevista
con intención de manipular»
 

-Además aparecen dos entrevistas con las periodistas Sol Alameda (El País Semanal) y Ana Romero (El Mundo), ambas especializadas en la entrevista. ¿Es otro atractivo más del libro?
-Es un aspecto que le da interés al libro porque da el punto de vista de dos periodistas que cosechan este género de manera habitual. Sol Alameda, que ya murió, realizaba un tipo de entrevista, las de personaje, que es preciosa, pero muy difícil. Ana Romero, una variante de entrevista, la de domingo. La intención de incluirlas era que ellas reflexionasen sobre su trabajo, a partir de la parte teórica que yo planteaba. A mí esas dos entrevistas me aportaron mucho, y es una de las partes del libro que me parecen más interesantes. Lo que digan ellas de la entrevista es mucho más interesante que lo que pueda aportar yo. El objetivo era contrastar lo que tu estás viendo desde el lado de la teoría y del análisis y lo que ellas están viendo cada día desde su profesión.
 
-Viendo que ‘manda deberes’ al final de cada capítulo, se deduce que es un libro dirigido a estudiantes de Periodismo, ¿o también puede ser interesante para profesionales en ejercicio?
-El libro está pensado, sobre todo, para estudiantes de Periodismo y está adaptado a las directivas de Bolonia, que exigen la inclusión de ejercicios. El libro también puede resultar útil a profesionales del periodismo que están empezando, a ‘novatos’, como los llamo yo, que en un momento determinado pueden necesitar ayuda. También a profesionales del periodismo que ya llevan más tiempo trabajando les puede ofrecer una visión algo distinta a la que tienen ellos, que es la puramente práctica. Porque a medida que pasa el tiempo se alejan más de la parte analítica. Pero, fundamentalmente los destinatarios del libro son alumnos y también periodistas nuevos que, mientras van cogiendo seguridad, tienen una referencia a la que acudir en un momento determinado. Es un libro que, más que nada, es una herramienta de trabajo.

«Hay que coger tablas en todo
género periodístico, pero yo creo
que en la entrevista más»

-¿Por qué decidió centrarse en la entrevista impresa y dejar de lado la radio, televisión e internet y los nuevos medios? ¿Tiene previsto abordarlos en posteriores volúmenes?
-El género, en principio, es el mismo, cuyo fin es recoger declaraciones de una persona, la más idónea para hablar de un tema dado. Pero también es el género que cambia más de hacerlo para prensa o para radio y televisión. El lector no ve la conversación, mientras que en radio, por ejemplo, está escuchando a la persona entrevistada a la vez que se realiza la entrevista. Cada medio de comunicación tiene sus técnicas y en el caso de la entrevista son más diferentes todavía. Yo me centro en uno, que es la entrevista en prensa, que me gusta especialmente. ¿Sería oportuno estudiar la entrevista en otros medios? Sí, pero estudios en profundidad porque son técnicas completamente diferentes.

-García Márquez y Milan Kundera lo llaman el género «roba-voz» y lo rechazan porque hay una intervención del periodista. Usted que ha analizado muchas entrevistas, ¿coincide con ellos en que, realmente, la entrevista se presta a muchas manipulaciones en el proceso de edición?
-Coincido totalmente con ellos. La entrevista en medios impresos es el género que más se presta a posibles manipulaciones. Pero si uno quiere manipular en periodismo tiene que hacerlo a conciencia. Lo que es triste es caer en una manipulación por falta de conocimiento técnico. Tienes las palabras del entrevistado, las tienes grabadas en la cinta... Evidentemente, hay una manipulación técnica, que es correcta y necesaria. ¿Dónde está el problema? En que si no hay una ética profesional y el periodista aprovecha la opción de manipular las palabras del entrevistado, puede hacerle decir lo que no ha dicho en ningún momento. Por lo cual a la hora de editar hay que ser muy respetuoso y no hacer decir al entrevistado lo que no dijo o algo completamente diferente. También se da el caso de que los entrevistados se creen en el derecho de manipular sus propias palabras, de corregir aquello que no les ha gustado cómo ha quedado, y eso no es así. Por tanto, se puede dar un deseo de manipulación por ambas partes. Luego, hay entrevistados habituales, no lo digo por García Márquez, sino más bien por Kundera, que se piensan por encima del bien y del mal y desprecian a todos los periodistas. Y no es cierto. Puede haber casos de periodistas que se equivocan o que manipulan intencionadamente, es verdad. Pero otra cosa es rechazar el género como tal.

«La entrevista es un género difícil.
Es más, estoy convencida de que
no todos los periodistas hacen
buenas entrevistas»
 
-¿Y cree que, en general, los periodistas van a hacer la entrevista de buena fe, con el ánimo de ser veraces y de respetar las palabras del entrevistado?
-Sí, por supuesto. En la mayoría de las ocasiones en España cuando se ha producido un error ha sido más por un mal manejo de la técnica que por una mala intención. ¿Podría haber algún caso? Siempre hay excepciones, pero, en general, no se dan, porque los periodistas trabajan bien. Otra cosa es que haya entrevistas que, aunque no haya manipulación, se utilicen como propaganda. Una de las entrevistas que comento en el libro y que trajo cola fue la que hizo Juan José Millás a Felipe González y que fue publicada en El País. Es un ejemplo de entrevista que se hizo con la intención de dar espacio y voz al ex presidente del Gobierno y de poner encima de la mesa un tema que no hubiera salido de otra manera.

-Evidentemente, hay un doble interés: por un lado, el del periódico y el del periodista y, por otro, el del entrevistado...
-Sí, pero es más cómodo ver solamente el interés —y el malo— por parte del periodista que ver el otro interés. Cuando, en realidad, es un juego y una negociación entre uno y otro, no es una charla tomando una cerveza. El periodista busca y quiere algo de esa persona y el entrevistado, también, aunque más del medio que del periodista propiamente dicho.

La autora publicó en 2011
El reportaje  periodístico,
también con Comunicación
Social, disponible en
edicional papel y en eBook.

-Juan Cantavella dice que existe un desprestigio de la entrevista, que se debe a que se abusa de las entrevistas vulgares y fáciles. ¿Cuál es su opinión? ¿La entrevista está en un buen momento, tanto en España como en Iberoamérica?
-El desprestigio de la entrevista, que existe y bastante, no se da tanto en prensa como en las entrevistas en medios audiovisuales. Para que algo tenga desprestigio lo tiene que consumir mucha gente, y hay poca gente que lea los periódicos. Creo que las entrevistas en prensa son más serias y están mejor hechas, quizá también porque se disponga de más tiempo. En los medios audiovisuales, y más en televisión, aparecen entrevistas que no deberían aparecer como tal género de entrevista, se entrevista a personas que no son ‘entrevistables’, que no tienen ningún interés para el público. Y eso desprestigia. O la aparición de entrevistas —por ejemplo, dentro de un debate en televisión— que no son tales y que el público entiende como entrevistas. La entrevista como género es la que aparece en programas que duran más tiempo, con tranquilidad... y ese tipo de programas cada vez existe menos.

-Y hablando de entrevistas en televisión, ¿qué le parece el nuevo programa de TVE, Entrevista a la carta, que presenta Julia Otero, en el que son los invitados y algunos espectadores los que preguntan al entrevistado?
-Son formatos nuevos que no me parecen mal. Soy de la idea de que si lo que se intenta transmitir llega al público y se adapta a su gusto, adelante. Que preguntan otros, perfecto. Igual que cada vez se lee menos y se va a formatos más breves porque si no, el lector no lee, en televisión hay que buscar formatos más atractivos para el público. Frente a la entrevista tradicional, en la que pregunta una sola persona, una entrevista en la que participan varias puede hacer el programa más atractivo. Desde luego, más ágil sí que lo es. Son nuevos modelos interesantes, siempre y cuando haya un periodista que ‘ponga orden’.

-Sherwood dice que «la entrevista es la primera de las tareas con que debe enfrentarse un periodista». En otro pasaje de su libro aparece la idea de que «se aprende a entrevistar entrevistando», con la práctica. ¿Es un género que se puede practicar desde el primer momento o, por el contrario, es difícil y exige muchas tablas?
-Sherwood, más que hablar del género entrevista como tal, se refiere a la tarea esencial de todo periodista de preguntar haga el género que haga. La entrevista es un género difícil. Se puede formar uno en la carrera, pero creo que a medida que hagas más entrevistas, vas a hacerlo mejor. Es más, estoy convencida de que no todos los periodistas hacen buenas entrevistas, o que no todos los periodistas tienen la capacidad para hacer buenas entrevistas. Puede haber un periodista que sea un maravilloso entrevistador y a lo mejor no sepa hacer reportajes. Y al revés. Basta mirar los periódicos para darnos cuenta de que existe una especialización por géneros. Una cosa es hacer una entrevista sencilla, por ejemplo, ha ocurrido un accidente y le pregunto cuatro o cinco cosas a un testigo. Otra, hacer entrevistas con un poquito más de entidad. Si te fijas en las firmas, hay pocos periodistas que las hagan. Hay que coger tablas en todo género periodístico, pero yo creo que en la entrevista más. Porque lo más difícil de la entrevista, en lo que hay que curtirse más, es la conversación con el entrevistado, que, además, también es lo más importante. 

«Hay que volver al Nuevo
Periodismo; si no, el periodismo
impreso morirá de verdad
» 

-Habla en el libro de técnicas que hacen el género más atractivo para el lector: enfocar la entradilla desde diferentes puntos de vista, introducirla con un diálogo o que dos personajes se entrevisten uno a otro. ¿Está todo inventado en la entrevista o se pueden dar todavía nuevas vueltas de tuerca al género?
-Todo, todo no está inventado, porque en periodismo nunca está todo inventado. De hecho, como comento en el libro, no podemos hablar de una tipología cerrada de entrevista. El género se va a mantener, pero intentando llegar a los lectores. Vivimos en un mundo diferente al de hace diez años, y el género se va adaptando a las necesidades de los lectores de hoy para resultar más atractivo. De una parte depende de la capacidad creativa de los periodistas, pero también de la apuesta que hagan los medios impresos ante formatos nuevos. Porque a veces los periodistas son muy creativos y luego el jefe le dice que no puede ser. La evolución del género depende del atrevimiento de los periodistas y, sobre todo, de los medios. Hay muchos periodistas a los que les cortan las alas los jefes de sección, cuando en realidad se puede hacer un texto de manera diferente. Hay noticias que están contadas sin la pirámide invertida y cuentan una historia igual de bien, de manera objetiva y de manera atractiva. Consiguen que leas el relato hasta el final. Yo creo que se tiene que volver al Nuevo Periodismo. Puedo contar historias, historias reales, con todas las técnicas habidas y por haber de la literatura. Aunque en España somos un poco tradicionales para ese tipo de fórmulas.

-Hay otros autores que, como usted, están en esa línea y piensan, incluso, que es la salida a la crisis que vive la prensa escrita.
-La única fórmula que veo es esa. Si no, el periódico morirá de verdad. Siempre se dice que el periódico va a morir, se está muriendo desde que yo nací. Pero si es verdad que, hoy en día, o se cuentan de otra manera las historias o el periódico acabará desapareciendo. Una de las fórmulas para que no ocurra —la básica en mi opinión— es volver al Nuevo Periodismo. Lo que ocurre es que es muy costoso, porque hay que escribir muy bien, y no todos los periodistas saben hacerlo tan bien. El problema es que hay mucha gente en los periódicos que tiene una visión muy tradicional. Pensar que la objetividad se consigue únicamente utilizando un lenguaje neutro es equivocarse. Porque uno puede ser muy poco neutro —y digo neutro porque no creo en la objetividad como tal— con un lenguaje sin adjetivos. Y se puede ser neutro y honesto con un lenguaje más creativo. Por ejemplo, utilizando adjetivos y con una descripción muy personal se puede contar de una manera más fiel cómo es el rostro de una persona. Yo creo que la única salida es el Nuevo Periodismo.  

La entrevista periodística. Voz impresa, el nuevo libro de Begoña Echevarría Llombart. Más información en la web de Comunicación Social Ediciones.

jueves, 28 de junio de 2012

El futuro de la prensa, ¿es el Nuevo Periodismo?


[Periodistas y profesores de comunicación proponen como alternativas a la ‘agonía’ del sector una vuelta al nuevo periodismo y, también, un periodismo de calidad, bien escrito, con valor añadido, participativo y que responda a los problemas de los ciudadanos. Por Marta Frechilla ]  

La redacción del Telegraph, un modelo para muchos periódicos importantes. / INTERNET

Las cinco claves de los expertos:

1.Vuelta al nuevo periodismo
2.Calidad en las informaciones. Buenas narraciones que utilicen todos los recursos narrativos y lingüísticos al alcance del periodista.
3.El reportaje. Un género interpretativo, con altas dosis de análisis e investigación, que anticipe las posibles consecuencias de los hechos.
4.Informaciones con valor añadido que se distingan de lo que ofrecen otros medios de comunicación.
5.Un periodismo participativo, más implicado y comprometido con los problemas e intereses de los ciudadanos. Caben tanto los contenidos más duros (hard news), es decir informaciones de economía y sociedad, como las soft news, más ligeras, que conecten con su ámbito personal.


El académico, periodista y gran impulsor del Periodismo de Precisión, Philip Meyer, anunció el fin de la prensa escrita para el año 2043. Cuando hizo estas manifestaciones en los años 60, cualquiera le hubiera tildado de pesimista, incluso de tener una visión demasiado apocalíptica y desalentadora. Pero en la segunda década del siglo XXI, y asistiendo un mes sí y otro también al cierre de periódicos y a los anuncios de despidos en medios de comunicación, cualquiera empieza a pensar que Meyer no andaba tan desencaminado. Al menos en el caso de España. Es más parece que se equivocó y tenía que haber adelantado sus previsiones unos años antes...

La crisis económica general está detrás de buena parte de los males de la prensa. Pero hay más motivaciones que explican la caída en ventas de los periódicos y que vienen de muy atrás. De hace, por lo menos, 15 años, explica Antonio López Hidalgo, profesor de Periodismo de la Universidad de Sevilla. «La crisis económica lo que ha hecho es agravar el problema. Por una parte, las tecnologías han hecho que todo se agilice y, al agilizarlo, que sobren profesionales», añade. Esta situación se traduce en muchos despidos de periodistas. Las cifras bailan, según leas un medio u otro. Pero, redondeando, alcanzan los 6.000 desde 2008. Pero hay más razones que explican que ‘sobren’ profesionales de la comunicación. La crisis económica está detrás de la caída de la publicidad, que ha afectado especialmente a los diarios locales. E internet ha ‘seducido’ a muchos lectores, que ahora se informan en los diarios digitales y ya no compran periódicos.



Xosé López
«Se tiene que ir a un periodismo total, en
estado puro y alejado
de contaminaciones empobrecedoras»






Los empresarios de la comunicación se devanan los sesos para buscar nuevas fórmulas que les ayuden mantener lectores y, en definitiva, ventas. Para que la prensa no muera. Y aunque la situación invite a pensar lo contrario, hay muchos periodistas y teóricos de la comunicación que no sólo confían, sino que están convencidos de que la prensa sobrevivirá. Sólo hay que buscar fórmulas, que las hay. Uno de ellos es Xosé López García, catedrático de Periodismo de la Universidad de Santiago de Compostela. «Hay futuro para el periodismo. Cuando hay buenas informaciones, el público las consume», asegura en el libro Movimientos periodísticos. Las múltiples iniciativas profesionales y ciudadanas para salvar los elementos básicos del periodismo en la era digital, que la editorial Comunicación Social publicará en septiembre de 2012 y que da muchas claves para salvar la prensa y asegurar su futuro.

La primera fórmula es un periodismo de calidad: buenas historias, bien contadas –es decir, haciendo uso de todos los recursos narrativos y lingüísticos a su alcance-, bien documentadas, interpretando y anticipando consecuencias, y ofreciendo valor añadido respecto a otros medios de comunicación. Porque para informarse, para el flash informativo, el público ya cuenta con los medios audiovisuales y, ahora, con internet. «No se trata de ofrecer sólo lo que los usuarios ya tienen a golpe de clic», explica. En este sentido, López García reivindica una vuelta a los orígenes del periodismo, a «lo de siempre». Al reportaje bien escrito.



Begoña Echevarría
«Se tiene que volver al
nuevo periodismo: contar historias, historias reales, con todas las técnicas habidas y por haber de la literatura»



En su libro, Xosé López habla precisamente de los movimientos periodísticos, que surgieron, cada uno en un momento histórico, para buscar nuevas formas de hacer periodismo en contraste con el modelo estándar o dominante del periodismo y dar alternativas en momentos críticos. Uno de ellos, quizá el más conocido, es el nuevo periodismo. Truman Capote, Gay Talese, Norman Mailer y Tom Wolfe, entre otros, lo abanderaron a golpe de grandes reportajes -en extensión y calidad- que se diferenciaban de la línea marcada por el periodismo más tradicional.

Ahora, medio siglo después, Begoña Echevarría, profesora de Redacción Periodística de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, ‘invoca’ su vuelta para evitar que «el periodismo muera de verdad». «Se tiene que volver al nuevo periodismo. Puedo contar historias, historias reales, con todas las técnicas habidas y por haber de la literatura», afirma. En su contra, reconoce dos obstáculos: que «en España somos un poco tradicionales para este tipo de fórmulas» y que es «muy costoso, porque hay que escribir y no todos los periodistas saben hacerlo». En su favor, que son formas de hacer que no están reñidas con la objetividad, porque «se puede ser neutro y honesto con un lenguaje más creativo».


Antonio López Hidalgo
«El lector demanda otro periodismo; está cansado de que todos los medios sean iguales, de ir a la red y que no le aporte nada nuevo»




Igual de favorable es Antonio López Hidalgo, quien recuerda que algunos profesionales ya cosechan  esta nueva vía del periodismo narrativo con la creación de revistas y blogs para publicar este tipo de reportaje. Incluso hay editoriales que demandan este gran reportaje porque «se vende muchísimo».

Pero, ¿al público le gusta?, ¿pide este periodismo narrativo? ¿Ese nuevo nuevo periodismo? López Hidalgo piensa que sí. «El lector lo está demandando, está cansado de que todos los periódicos y todos los espacios informativos de los audiovisuales sean iguales, de ir a la red y que no le aporte nada nuevo».

Hace falta periodismo bien narrado, bien contado, pero muchas más cosas. El nuevo libro de Xosé López, Movimientos periodísticos, es una guía de soluciones digna de convertirse en lectura obligatoria para muchos empresarios de la comunicación y periodistas en crisis. Apunta a un «periodismo total, en estado puro y alejado de contaminaciones empobrecedoras»; «plural, respetuoso con todas las opiniones y sensibilidades existentes en la sociedad»; «participativo y más implicado con los problemas de los ciudadanos». Aunque, aclara este último punto, en su opinión no se trata de escribir sólo sobre informaciones superficiales, las llamadas soft news, informaciones de sociedad y de curiosidades que se han colado con éxito, incluso en los medios más serios. También, hay que escribir hard news, informaciones más duras (política o economía) que también interesan y ‘enganchan’ a los usuarios.





María Garrido

«El estilo de vida es el
depósito temático del futuro
y los medios de comunicación
tienen que atenderlo si quieren
aguantar el tirón de la crisis»






Quizá quepan los dos tipos de informaciones en el periodismo del futuro. María Garrido, profesora de Información Audiovisual de la Universidad Pontificia de Salamanca, ha investigado sobre el periodismo de servicio y las revistas femeninas de alta gama, estudios que aparecerán el próximo otoño en el libro Revistas femeninas de alta gama: crónica de un desdén. Estas publicaciones fueron las primeras que mostraron interés por el ámbito de lo privado, que recogieron informaciones de utilidad para el lector, consejos, respuestas a sus problemas cotidianos. Los contenidos que en su día fueron rechazados por la prensa seria, ahora son reclamados como atractivo para mantener y atraer lectores.

«El estilo de vida ocupa un lugar más relevante que hace unas décadas en el espacio público, pero también en los intereses de los lectores. A lo mejor hace varias décadas hubiera sido escandaloso que un periódico como El País publicase ciertas informaciones sobre cómo solucionar un problema con tus hijos». Es más, asegura, además de incluirlo en sus páginas, el diario español ha puesto en marcha «una revista de moda dirigida al público femenino. Los medios de comunicación han recurrido al estilo de vida para levantar sus ventas». Porque, para Garrido, el estilo de vida «es el depósito temático del futuro y los medios de comunicación tienen que atenderlo si quieren aguantar el tirón de la crisis».

Son ideas para mantener una profesión, el periodismo, en horas bajas. Los interesados no son sólo los periodistas en ejercicio, los periodistas en paro y los estudiantes de periodismo, necesitados de mantener su modo de vida. También la propia sociedad democrática. Porque podemos informarnos en la red sin la intervención, la mediación del profesional de la comunicación. Es verdad. Lo que no está tan claro es que sea una buena información, de calidad, veraz, no manipulada. Porque, como concluye Xosé López en su libro, «sin periodistas no hay periodismo y sin periodistas no hay democracia».

miércoles, 27 de junio de 2012

Lucila Hinojosa: «Para mejorar la investigación en México hay que despertar la vocación científica desde los primeros ciclos universitarios»


[La profesora Lucila Hinojosa coordina el libro Educación, ciencia y cultura, que incluye cinco miradas instrospectivas a las comunidades universitarias en México. Por Marta Frechilla]

«La Universidad es donde se realizan
más investigaciones vinculando
educación, ciencia y cultura,
pero muy pocas se enfocan
hacia sus propios públicos:
las comunidades universitarias»
La editorial Comunicación Social ha presentado en el reciente Congreso de ALAIC (Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación), celebrado en Montevideo, Uruguay, un nuevo título de su Colección Espacio Iberoamericano: Educación, ciencia y cultura. Miradas introspectivas a las comunidades universitarias en México. El libro permite conocer más acerca de quiénes conviven cotidianamente en las universidades mexicanas, concretamente en cinco de ellas. Este libro es una aportación más para divulgar trabajos de investigadores mexicanos interesados en temas de comunicación, en este caso centrados en el análisis de problemáticas internas de las universidades y de quienes las viven: estudiantes, docentes, investigadores y personal administrativo. La coordinadora del trabajo, la profesora de la Universidad Autónoma de Nuevo León Lucila Hinojosa Córdova, nos presenta en esta entrevista este título ya disponible en eBook en www.librosdecomunicacion.com y en edición papel en www.comunicacionsocial.es.
-¿Qué se va a encontrar el lector de Educación, ciencia y cultura. Miradas introspectivas a las comunidades universitarias en México?
-Es una publicación que contiene cinco trabajos de profesores investigadores de universidades públicas del país, cuya preocupación docente y científica los ha llevado a la realización de investigaciones que emergen de su práctica cotidiana en el ámbito universitario. Son cinco miradas a sus comunidades universitarias respectivas.

-Los tres primeros se centran más en el uso de las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes universitarios y también de los profesores mexicanos, así como en sus consumos culturales.
-Sí, en La huella de las tecnologías digitales en la vida cotidiana de jóvenes universitarios, Delia Crovi Druetta y Rocío López González, investigadoras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentan, en un estudio realizado entre estudiantes de licenciatura, un primer acercamiento a las prácticas juveniles cotidianas en torno al uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). En un segundo trabajo titulado Universidad y cultura: una aproximación al consumo y prácticas culturales de la comunidad universitaria de la UANL, Lucila Hinojosa Córdova, investigadora de la UANL, y Graciela Ceballos de la Mora y Tania Yael Cortés Álvarez, estudiantes de comunicación de la Universidad de Colima, presentan un resumen de los principales hallazgos de un sondeo exploratorio para conocer los hábitos de consumo y prácticas culturales de estudiantes, profesores e investigadores y personal administrativo de la Universidad Autónoma de Nuevo León: sus hábitos de lectura, asistencia a bibliotecas y museos, conciertos de música y teatro, consumo de cine, radio y televisión, etcétera. Blanca Chong López y Roberto López Franco, profesores investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Campus Torreón, son los autores de un tercer estudio sobre Apropiación y uso de las TIC de profesores y estudiantes universitarios. Con la investigación se busca disponer de información básica sobre el empleo de las TIC en las labores de docencia, investigación y difusión del conocimiento que se realizan en la Universidad Autónoma de Coahuila.

«El uso de la computadora y las nuevas
tecnologías está creando una subcultura
que rebasa las fronteras territoriales»

-¿Y los otros dos estudios?
En un cuarto trabajo titulado Cultura científica en profesores universitarios del sur de Tamaulipas, realizado por los profesores investigadores Ennio Héctor Carro Pérez, Jorge Nieto Malpica, Arturo Secundino Hernández Gómez y Jorge Carlos González González, los autores buscan analizar y explicar las costumbres, actividad y creencias de uno de los sectores poblacionales, en el sur de Tamaulipas, encargados de la producción científic: los profesores e investigadores universitarios. Plantean, a manera de hipótesis general, un modelo a través del cual describen dos aproximaciones empíricas al estudio de variables asociadas a la cultura científica de profesores e investigadores pertenecientes a una universidad pública de la región estudiada. Finalmente, Óscar Eduardo Torres García, profesor de la Facultad de Música de la Universidad Autónoma de Nuevo León, realizó un estudio, Didáctica de la apreciación a las artes en la UANL: la experiencia docente en la formación de estudiantes universitarios, para evaluar el impacto de la unidad de aprendizaje de Apreciación a las Artes en el desarrollo creativo de los alumnos regulares y del grupo de Talentos de nivel Licenciatura de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

-¿Cuál es la razón de ser de este libro? Como sugiere en sus páginas, los cinco trabajos que lo integran son «una reflexión y una invitación a desarrollar más investigación sobre nuestras universidades»...
-El libro está dirigido, principalmente, a profesores e investigadores que busquen contribuir al desarrollo de proyectos comunes en materia de educación, ciencia y cultura entre instituciones de educación superior que compartan propósitos afines a los que promueve esta edición; e impulsar la formación de redes estratégicas de colaboración con universidades nacionales e internacionales que fomenten el intercambio científico, tecnológico y cultural que beneficien a nuestras propias comunidades y a la sociedad en general. Los principales espacios en los que se realizan investigaciones vinculando la educación, la ciencia y la cultura son las universidades, pero muy pocos se enfocan hacia sus propios públicos, las comunidades universitarias, conformadas por estudiantes, profesores e investigadores y personal administrativo que labora en estas instituciones. Conocer más acerca de sus procesos académicos, de investigación, de uso del tiempo libre, de sus modos de apropiación de la ciencia y la tecnología, permitirá establecer diagnósticos que contribuyan a desarrollar programas de atención y mejora en su trayectoria por la universidad, así como fomentar la identidad institucional y promover su sentido de cohesión como comunidad.  A ello invita esta edición.



«Estudios como éste nos permiten
contar con un diagnóstico
que apoye la toma de decisiones
de las autoridades universitarias
en el diseño de sus programas»


-El libro es una especie de radiografía de los estudiantes de varias universidades mexicanas. ¿Con qué se han encontrado? ¿Cómo es la juventud mexicana o, al menos, la juventud mexicana universitaria?
-La juventud mexicana universitaria es como la de otras instituciones de educación superior del mundo, pero en particular de Iberoamérica, por los lazos que nos unen en idioma, idiosincrasias, historias de independencias y revoluciones, problemáticas educativas, políticas y económicas similares. En este siglo XXI, donde la tecnología es la nueva ideología, la juventud tiene también un nuevo motivo para el empoderamiento en las TIC’s: el uso de la computadora, el teléfono móvil, el iPad, sus aplicaciones, usos y apropiaciones, está creando una subcultura que rebasa las fronteras territoriales y de la consciencia, generando movimientos sociales de la que tenemos que conocer más los docentes e investigadores para articularlo y aprovecharlo como herramienta de aprendizaje de nuestros alumnos en su proceso educativo.

-¿Ha cambiado mucho la comunidad universitaria mexicana en los últimos años?
Sí, en una generación ha cambiado, como han cambiado las condiciones socio-históricas y estructurales de los recintos universitarios, el hábitat donde conviven estudiantes, docentes, investigadores y personal administrativo, más allá de las condiciones de infraestructura, equipamiento y recurso humano. También, las transformaciones de los procesos educativos, enfocados ahora a un aprendizaje más autónomo del estudiante, y la tecnología que está permeando los procesos comunicativos de interacción entre estos actores, y los necesarios procesos académicos y administrativos que conlleva la administración de las universidades. Conocer más acerca de estos procesos internos nos permitirá contar con un diagnóstico que apoye a la toma de decisiones de las autoridades universitarias en el diseño de sus programas y proyectos.

-Tomando las aportaciones del libro como punto de partida, ¿qué proponen usted y los participantes en el libro para mejorar la investigación en las universidades de México?
-Siempre faltarán recursos para la investigación, sean públicas o privadas las universidades. Sin embargo, consideramos más puntual la formación de investigadores jóvenes, atentos a los avances de la ciencia, tecnología e innovación, despertando en ellos las vocaciones científicas desde los primeros ciclos en la universidad. En esto desempeñamos un rol fundamental los docentes investigadores, que si difundimos lo que hacemos entre nuestros propios estudiantes, éstos tendrán una perspectiva de hacia dónde orientar sus propias vocaciones científicas y dar continuidad a las líneas de investigación que ya se desarrollan. El ejemplo sigue siendo una de las mejores estrategias de aprendizaje significativo.


«Es indiscutible la importancia de la
Red RIEC; comparto sus objetivos
y espero que mi universidad se
integre pronto en esta reconocida
red de investigadores»

-En el libro hablan de la propuesta de estrategias para promover una gestión inteligente de la educación, la ciencia y la cultura, y para aumentar la participación y el intercambio de experiencias entre universidades. ¿Cuáles son esas estrategias que proponen?
-Compartir propuestas como ésta en foros y espacios comunes, donde a través de la reflexión y generación del conocimiento e investigación aplicada podamos hacer visible la necesidad de hacer investigación hacia el interior de nuestras universidades,  e invitar a otras instituciones educativas a establecer redes de investigación presenciales y virtuales que nos permitan estrechar los lazos de colaboración y cooperación con los que ya contamos. Ya existen intercambios entre universidades, pero generalmente se enfocan a problemas relacionados con proyectos de investigación básica y aplicada, y no muchos al análisis de problemáticas internas de los propios recintos universitarios.
 
-También comenta en sus páginas que «las aportaciones del libro suponen una vía de reflexión sobre la necesaria construcción de un espacio iberoamericano común para el desarrollo de las ciencias y, en concreto, de las ciencias de comunicación». ¿Los diferentes países han investigado en comunicación unos a espaldas de otros? ¿Hace falta una interconexión entre las diferentes universidades?
-Como comentaba anteriormente, ya existen espacios internacionales como los congresos de ALAIC, IBERCOM, ULEPICC, entre otros, donde los investigadores dialogamos y reflexionamos en torno a las ciencias de la comunicación desde hace tiempo, y en donde compartimos productos académicos que generamos como resultado de los proyectos de investigación en que trabajamos, pero enfocados al análisis de problemáticas relacionadas con las ciencias de la comunicación. Este libro es una aportación más para divulgar trabajos de investigadores mexicanos interesados en temas de comunicación, pero enfocados al análisis de problemáticas internas que permitan conocer más acerca de quienes convivimos cotidianamente: estudiantes, docentes, investigadores y personal administrativo. En particular, éste último ha sido muy olvidado por los estudios incluso de comunicación organizacional. Se hacen de empresas, organizaciones e instituciones públicas y privadas, pero a escala interna, si se realizan, no se conocen y menos se divulgan.

-En este sentido, ¿qué le parecen redes de cooperación interuniversitaria para la investigación en comunicación como la Red RIEC?
-Conociendo los propósitos de esta iniciativa, hay que destacar su indiscutible importancia para la integración y cooperación interuniversitaria en la investigación de la comunicación, a la que habremos de integrarnos otras universidades públicas, como las que colaboramos en este libro. Comparto sus objetivos y espero pronto integrarnos como universidad a esta reconocida red de investigadores.

Joaquín Marín: «El mundo de los estudios del deporte no ha prestado demasiada atención a la comunicación»

[El profesor de la Universidad de Sevilla coordina el libro Deporte, comunicación y cultura, que suma una perspectiva de estudio apenas abordada por los investigadores. Por M. Frechilla]

«Las sinergias que se pueden crear
en los estudios de la comunicación y
deporte entre Brasil, Portugal y España
son muy interesantes. Y por eso hemos
mantenido la lengua portuguesa en los textos»

Los deportes minoritarios, el correcto uso del lenguaje deportivo, la radio deportiva, los Juegos Olímpicos, el deportista como héroe y mito, la publicidad y los videojuegos deportivos... Así hasta 11 estudios recogidos en el libro Deporte, comunicación y cultura, un cóctel heterogéneo, pero con un nexo común: el deporte asociado a la comunicación, la cultura y al ocio. Joaquín Marín, profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Sevilla con una trayectoria investigadora siempre ligada al deporte y la comunicación, coordina este trabajo con una doble aportación enriquecedora: abre vías de investigación y de análisis y cuenta con la participación en un mismo volumen de autores españoles, brasileños y portugueses. Comunicación Social Ediciones edita el libro en edición papel en www.comunicacionsocial.es y formato eBook en www.librosdecomunicacion.com

-¿Qué les llevó a publicar este libro, que usted coordina, sobre el fenómeno deportivo actual desde el punto de vista de la comunicación?
-La principal motivación es la ausencia de estudios científicos, de textos y análisis que estén relacionados con la comunicación y el deporte. Aunque el deporte pueda tener mucha repercusión a nivel mediático, sin embargo, al menos en España, no hay muchos estudios. Tengo un cierto recorrido en la investigación en estas cuestiones. A raíz de las Jornadas de Comunicación y Deporte, que organizamos en la Facultad de Comunicación, he ido conociendo a diferentes expertos a escala internacional. Quería, por la propia demanda de los asistentes, que los contenidos de las jornadas quedaran reflejados. Este libro pretende dejar testimonio de distintas posibilidades para seguir estudiando la relación entre medios de comunicación y deporte, un tema sobre el que, desgraciadamente, no hay muchos estudios publicados.

-Ya había coordinado Comunicación y deporte, un libro en la misma línea temática también publicado por Comunicación Social Ediciones. ¿En aquel caso en qué se centraban sus contenidos?
-Con la primera publicación, Comunicación y deporte, como dice el subtítulo, Nuevas perspectivas de análisis, la idea era intentar ir tocando los elementos principales desde diferentes medios: los tradicionales, como la radio o la televisión, y los nuevos medios, como el cómic o la historieta. Era abrir una primera vía y publicar cuestiones sobre la relación entre la comunicación y el deporte. También nace de las Jornadas de Comunicación y Deporte, que llevaban ya cuatro ediciones, encuentro en el que participaron los autores que firman el libro. El objetivo principal era que, a partir de ahí, cada una de las cuestiones se fueran ampliando con investigaciones. Tuvo muy buena acogida, sobre todo en países como México y Argentina, donde también había una ausencia de estudios. Y había que continuar. La idea era seguir abordando nuevas cuestiones en una segunda parte, que es la que ahora publicamos. 

-Llama la atención que se incluyan ensayos sobre temas dispares. Por citar  algunos, la radio deportiva actual en España, el deportista como modelo de conducta o las posibilidades publicitarias del videojuego para atraer público.
-Son trabajos que estudian el hecho deportivo desde una fundamentación teórica, pero ya no sólo desde los medios tradicionales, sino desde otros medios, nuevos medios asociados con el ocio, como el cine y los videojuegos. De ahí que dediquemos un capítulo a la publicidad y a los videojuegos deportivos. También habla del mito: en el deporte existen los referentes, los modelos, y, a raíz del deporte, el héroe se ha ido reinventando, cambiando. El libro es bastante heterogéneo, pero el elemento común es el deporte, pero el deporte no sólo asociado a la comunicación, sino también a la cultura y al ocio.

«El libro es bastante heterogéneo, pero
el elemento común es el deporte,
no sólo asociado a la comunicación,
sino también a la cultura y al ocio»

-También sorprende la participación de profesores portugueses, brasileños y españoles, de dos disciplinas diferentes: la comunicación y el deporte.
-En la primera obra ya lo hicimos e intento repetirlo en este segundo libro. Uno de los objetivos es que se combinara la función científica de la comunicación, con la ciencia de la actividad física y del deporte. Los autores proceden de estas dos disciplinas. El objetivo fundamental es impulsar el desarrollo mutuo de ambas actividades. Desgraciadamente, el mundo de los estudios de la educación física y el deporte no ha prestado demasiada atención a la comunicación. Las ciencias del deporte se han centrado más en la biomecánica, el entrenamiento... últimamente sí ha prestado atención al marketing y el negocio, pero no a la comunicación. En este libro es algo que, por primera vez, se ofrece desde una triple visión académica de destacados profesores que vienen también de Brasil y Portugal. Creo que las sinergias que se pueden crear en los estudios de la comunicación y deporte entre los tres países son muy interesantes. De ahí que yo haya querido respetar la lengua portuguesa de los textos. 

-Precisamente sobre ese asunto quería preguntarle. ¿Por qué consideraron importante mantener los cuatro capítulos del libro escritos por autores portugueses y brasileños en su lengua original?
-La idea era favorecer el intercambio de las tres culturas: brasileña, portuguesa y española. En primer lugar se han mantenido en su lengua original sencillamente porque se entienden. Si bien es verdad que en Brasil y Portugal están más habituados a leer textos en español que en España los escritos en portugués, no creo que el lector español tenga que hacer un esfuerzo muy grande para comprenderlo, porque el portugués tiene bastantes semejanzas con el castellano. Se planteó la posibilidad de traducirlo, pero con la traducción algo se pierde. Y en caso de haberlo traducido, tendríamos que haberlo traducido a ambos idiomas y la edición habría resultado muy compleja. En definitiva los he mantenido en su lengua original para respetar el contenido de cada autor y porque, repito, no entiendo que suponga una falta de comprensión para el lector. Estuve observando e investigando y veo que esto es más propio de culturas más avanzadas. En países nórdicos se suele hacer. En estudios en que participan autores de diferentes países de la zona se mantiene el danés, el noruego y el sueco porque son bastante parecidos. 

-¿Piensa que debe ser la vía que ha de seguirse en el futuro, más cuando portales como www.librosdecomunicacion.com, que promueve Comunicación Social Ediciones y a través del cual va a distribuirse la edición digital del libro, son una buena plataforma para llegar a la comunidad portuguesa y brasileña? ¿Garantiza una mejor recepción y acogida de los títulos?
-Sin duda. Las razones de afinidad lingüística lo justifican, pero, además, eso va a conseguir que los estudios lleguen a más público. Sobre todo, hoy en día con las publicaciones electrónicas, que te permiten traducir en línea. El poder contar con publicaciones electrónicas y mantenerlas en el idioma puede ayudar a que lleguen a más gente, y favorecer un mayor intercambio de contenidos. Si hay una afinidad lingüística entre dos países, se debería mantener el texto en su idioma original. También está la opción del inglés, que se planteó. Sin embargo, aunque parezca mentira, en la comunidad iberoamericana no se domina tanto como el español. La intención es que la comunidad luso-parlante reciba mejor el libro, que llegue mejor. De hecho, me hubiera gustado que hubiera más textos portugueses y brasileños, al 50% con los españoles. 

«Si hay una perspectiva de crear
cultura deportiva a largo plazo,
un evento deportivo es rentable»
 
-Comentan en el libro que «los grandes eventos deportivos continúan generando un gran impacto económico y social asociado a una alta repercusión mediática». Brasil, precisamente el país del que proceden algunos de los investigadores que participan en el libro, tiene ahora una oportunidad con los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol. ¿Un evento deportivo puede ayudar a un país a remontar una crisis económica?
-Yo creo que sí ayuda. Por lo que mis colegas en Brasil dicen, hay un momento de emergencia económica. Pero hay que tener un poco de cabeza para administrar los recursos económicos que un evento deportivo deja en un país. En los eventos deportivos, es muy importante el legado y lo que va a pasar después. Si hay una perspectiva de crear cultura deportiva a largo plazo, yo creo que es rentable, no sólo desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista del impacto social y cultural en la población. Tenemos el caso de los Juegos Olímpicos de Barcelona, que cambiaron la ciudad. En Río hay muchas zonas desfavorecidas y quizá los juegos no erradiquen la pobreza, pero sí ayudarán a que ciertas zonas deprimidas dejen de estarlo. Soy positivo, aunque en este tipo de acontecimientos hay mucha gente que se aprovecha y mucha corrupción, y ésa es la principal duda que plantearía. Generalizando, diría que sí que ayudan, lo que pasa es que no sabemos lo que va a pasar luego. Yo no me quedaría sólo con la transformación y el negocio económico, sino con el impacto que puede tener en la población. En Brasil yo creo que sí puede ayudar. El caso de Londres lo veo más como una oportunidad para llevar a cabo una transformación urbanística en la ciudad, sin más.

-En el libro también aparece el asunto del lenguaje deportivo, en este caso el utilizado en la radio. Hace poco se ha celebrado un seminario en San Millán de la Cogolla para analizar el uso que hacen del lenguaje los periodistas deportivos. ¿Enriquece o empobrece el idioma? ¿Debe aprobarse el uso de extranjerismos y formas coloquiales?
-En el libro hay dos capítulos que analizan el lenguaje deportivo en la radio, en Brasil y en España, y ambos nos dicen que el lenguaje deportivo maneja muchas emociones, es bastante instantáneo. Es verdad que a veces se utiliza un estilo que puede llegar incluso a ser poco apropiado, llegar a la vulgaridad, sobre todo en las retransmisiones en directo, y ahí es difícil mantener unas pautas lingüísticas. Pero también fuera de esas retransmisiones, en las tertulias, se utiliza un lenguaje que se acerca bastante al fanatismo. Las emisoras son las responsables de vigilar el lenguaje que se utiliza en sus programas. Reconozco que es difícil porque al manejarse muchas emociones los medios más enfervorizados se escapan y no controlan bien el lenguaje.  Es algo que no es exclusivo de España, sino que pasa en todos los países, ocurre en Portugal, en Inglaterra... Esos dos textos que aparecen en el libro pueden ayudar a reflexionar.

«Ha habido una corriente
creciente de sensacionalismo
alrededor del deporte, en buena
parte propiciada por la televisión»

-¿Se debería comedir un poco, tanto el lenguaje como las formas?
-Sí, pero ya depende de cada medio de comunicación, de cada emisora. Las emisoras de más renombre suelen cuidarlo, pero hay otras emisoras, más pequeñas o asociadas a equipos de fútbol, que no lo hacen: te dan ganas de apagar la radio porque hacen daño al oyente. El fútbol, ya no tanto el deporte en general, mueve mucha audiencia. Y para conseguir cercanía, para despertar más interés y conseguir más audiencia, los periodistas deportivos desvían el lenguaje. Muchas veces con el uso del lenguaje se está fomentando la violencia, y eso ocurre no sólo en la radio, sino en la prensa deportiva, en la que también se utilizan titulares sensacionalistas. Pero eso, insisto, ocurre con el fútbol, pero no en otros deportes. Es muy difícil que en una competición de atletismo, gimnasia o natación, se insulte directamente a un juez.

-En el segundo capítulo, Gil y Romano comentan que los contenidos de la prensa rosa están apareciendo cada vez con mayor frecuencia en los programas deportivos.
-Sobre todo en las tertulias nocturnas de la radio, en las que parece que no hay guión, sólo una pauta. Vemos cómo el periodista está hablando con un futbolista sobre un partido y, de repente, le pregunta «¿Qué dice tu novia de que Vicente del Bosque te haya convocado para la Eurocopa?», cuando ni a él ni a los oyentes les importa, porque es algo que forma parte de su vida privada. El problema es que el deportista muchas veces se presta a ello. Cada uno es libre de contestar y contar su vida privada, pero también el periodista tiene la habilidad, el poder, para poder sacar ese tema o no. Muchas veces en la tertulia se habla de cosas intrascendentes, que no tienen nada que ver con el deporte. No me extraña que a algunos periodistas que están al pie del cañón les entren a veces ganas de dejarlo porque se dan cuenta de que no están haciendo periodismo, sino sensacionalismo del tipo ‘Sálvame’. Se están metiendo en la vida personal de cada futbolista, hablan de qué coche tiene, quién es su novia, a veces se le persigue sin que se dé cuenta... Se va más allá del deporte y, desgraciadamente, no se controla. Ha habido una corriente bastante creciente de sensacionalismo alrededor del deporte, en buena parte propiciada por la televisión. Si bien es verdad que hay personajes, como Mourinho o Cristiano Ronaldo, que lo ponen bastante fácil. 

«Es importante la educación
ciudadana, e inculcar a la gente
que el deporte no sólo es
el fútbol, son más actividades»   

-También se trata en el libro del eterno problema: los deportes mayoritarios aparecen en los medios, quizá hasta el hartazgo, según opinan algunos, mientras que los minoritarios quedan relegados a un breve en la última columna.
-Es de lo que trata el capítulo cuarto: «Las actividades de la naturaleza. Nuevas tendencias para comunicar». La mayoría de la gente no sabe que existen posibilidades de ocio (escalada, senderismo y demás) que no llegan a la población porque no aparecen en los medios. Muchas veces el ciudadano de a pie se entera por casualidad o por inquietud. Pero en los países latinos, del sur de Europa, es muy difícil competir con el fútbol, porque el fútbol es un negocio y los medios de comunicación viven de ello. En vacaciones, como ya no hay fútbol, no se habla de deporte, sino de polideportivo. No me gusta. Tampoco me gusta que de algunos deportes sólo se hable cuando se gana algo. Si Gemma Mengual gana en natación sincronizada, como ha ocurrido en los últimos años, entonces se habla de natación sincronizada. Si no hubiera llegado a lo que llegó, no se hubiera hablado de esta modalidad. Es una cuestión de madurez y de educación. Por eso es importante la educación ciudadana, e inculcar a la gente que el deporte no sólo es el fútbol, son más actividades.

-¿Ocurre lo mismo en Brasil y Portugal?
-En Portugal, con Mourinho y Cristiano Ronaldo, sí. Probablemente son las dos personas más influyentes en el país. En Brasil, el fútbol se sale incluso de lo racional, es una especie de religión. Hay estudios que dicen que cuando la selección gana un torneo, la economía del país crece. Hay un fanatismo compartido por el hombre y la población femenina. Pero Brasil es muy grande, es casi un continente, y hay zonas de Brasil en las que existe un interés por otras actividades deportivas, lugares donde se practican muchas actividades en la playa, hay fútbol playa, voley playa, capoeira... Hay mucha cultura deportiva, pero el fútbol monopoliza, aunque de manera diferente que en España y Portugal, donde el fútbol es casi lo que manda. Si lees el periódico Marca o A Bola, el periódico deportivo que más se lee en Portugal, o los programas de radio y televisión, es siempre lo mismo. Es una saturación excesiva, que lo que hace es apartar al resto de los deportes.