domingo, 18 de marzo de 2018

Una mirada que descifra las claves de la Rusia actual

El sistema mediático de Rusia y la propaganda del régimen de Putin actúan al unísono y conforman un todo eficaz.
Los investigadores Adrián Tarín Sanz, Marta Ter Ferrer y Miguel Vázquez Liñán publican Sistema mediático y propaganda en la Rusia de Putin en la editorial Comunicación Social (Salamanca).


Fdo. Pedro J. Crespo, Editor.


Rusia.
Rusia fue durante un tiempo uno de mis amores. Me enamoré de su lengua, de su historia imaginada y de la belleza eslava. Pero Rusia es un concepto muy complejo; difícil de abarcar. Rusia es la Revolución, Lenin, Stalin. Rusia es aquel otro lado lleno de nieve en el que hace años mi tren desapareció por momentos mientras revisaban mi documentación y mi visado. Rusia. Amada y temida. Rusia déspota. Rusia alcohólica, fría y pasional a un tiempo. Rusia lecho de amor.

Y cuento todo esto realmente para hablar sobre el libro que esta noche enviaré a la imprenta desde la editorial que tengo el placer de dirigir. Quede claro que lo que sigue no es más que la opinión del editor de esta casa y que lo único que atañe a sus autores es la descripción del contenido del libro que abordo al final de este texto.

La Rusia actual, de 2018, está marcada a fuego en el imaginario internacional con la efigie de Putin, de Vladímir Putin, ese nuevo Zar que interpreta el periodo soviético como una anomalía histórica.
El sistema mediático de Rusia y la propaganda del régimen de Putin actúan al unísono y conforman un todo eficaz. La Rusia controlada por Putin —curtido en las oficinas del antiguo KGB— ha sabido desplegar todo un sistema de medios de comunicación [elemento central a estudiar a la hora de analizar las dinámicas de las sociedades actuales] para apuntalar en el imaginario colectivo su idea, su concepto de lo que debe ser Rusia. La recuperación de la autocracia por derecho de identidad, si se me permite tan osada afirmación. Porque Rusia, si no, ¿no puede ser?
¿Quién sabe? Quizás el autoritarismo que sacraliza la figura del líder sea la única manera de gobernar y ejercer el poder sobre un territorio tan vasto como Rusia (ecos de historiografías pasadas).


Sistema mediático y propaganda en la Rusia de Putin.
Este es el libro del que quiero hablar aquí.
Un libro pergeñado desde el Observatorio Eurasia de la Universidad de Sevilla.
Si se me permite la digresión, los estudios eslavos en España —y en lengua española en general— no han sido tradicionalmente cultivados. Más allá de tres o cuatro Universidades en las que se ofertan estudios de Filología Eslava, pocas son las iniciativas en el desarrollo de este campo de las humanidades y las ciencias sociales. Por eso considero relevante que desde una Facultad de Comunicación se implementen estas líneas de investigación.
El profesor Miguel Vázquez Liñán fundó en 2004 el Observatorio Eurasia en el seno del grupo de investigación «Compolíticas», dependiente del departamento de Periodismo I de la Universidad de Sevilla. Hoy en día el Observatorio lo dirige el profesor Adrián Tarín Sanz. Reconozco que no conocía el trabajo que desarrollan desde de esta atalaya del sur ibérico hasta que me lo mencionó en una conversación el prof. Rubén Ruiz Ramas cuando ultimábamos los detalles de la inminente salida del libro sobre la crisis de Ucrania, cuya coordinación le solicité tras la anexión de Crimea por parte de la Rusia de Putin.
Pocos meses después, casualidades de la vida, recibí una propuesta de publicación desde el Observatorio, por correo electrónico de Miguel Vázquez Liñán.

Sistema mediático y propaganda en la Rusia de Putin, es un libro que se adapta como anillo al dedo al catálogo especializado en los estudios sobre medios de comunicación de una editorial como Comunicación Social Ediciones y Publicaciones (qué nombre más largo, aunque ya, tras 18 años de periplo no lo voy a cambiar).
Recalco la idea antes apuntada de que hoy en día, para hacer la historia de la contemporaneidad es básico tener en cuenta el ecosistema mediático en el que se desarrollan nuestras sociedades del siglo XXI. Por tanto, en el caso que nos trae aquí, no podemos entender la Rusia actual sin comprender cómo funciona su sistema de medios de comunicación, su sistema mediático; y cómo éste puede llegar a convertirse en la piedra de toque sobre la que implementar y desarrollar un programa de control político, fundamental para llevar a cabo la imposición de un modelo ideológico dado. No quiero desviarme demasiado pero me viene a la cabeza un artículo del que fuera mi profesor, León Carlos Álvarez Santaló, titulado «La violencia devastadora del modelo ideológico» en relación con el ordo social establecido durante el Barroco por el Estado absolutista y la Iglesia católica y cómo su representación mediática a través de teatralizaciones como la de la Semana Santa jugaban un papel de primer orden.

Los autores participantes en este libro han sabido diseñar una estructura narrativa que nos introduce al entendimiento de las complejas relaciones entre el poder y los medios en la Rusia actual, y cómo ese sistema de medios y la propaganda desplegada cumple un doble papel, tanto al interior de Rusia como al exterior —la platea en la que se desarrolla el teatro multipolar de la geopolítica contemporánea.
Cuando en el seno del comité científico de esta editorial discutíamos la pertinencia o no de incluir esta propuesta en nuestras colecciones, fue unánime la necesidad de dar a conocer en lengua española la naturaleza del sistema de medios ruso, ya no sólo por su propio interés, sino por la contribución del mismo al desarrollo de los estudios comparados sobre los diferentes sistemas de medios a escala internacional.
Por otro lado, la aportación al campo de las Relaciones Internacionales y al debate sobre Rusia, la transformación el espacio postsoviético y su impronta en la esfera pública internacional, es más que obvia.

Sistema mediático y propaganda en la Rusia de Putin gira en torno a dos ejes convergentes:
—el análisis detallado del sistema de medios de comunicación, y
—el papel de la propaganda en la construcción del imaginario social hegemónico en la Rusia de hoy.

El abordaje del sistema de medios de comunicación incluye:
—un estudio pormenorizado del sistema ruso de medios de comunicación, caracterizado por su concentración en manos del Estado y la oligarquía financiera.
—el perfil del periodista ruso. Esto es, el marco legal en el que se desarrolla la profesión; el control de los medios por parte de las autoridades y sus implicaciones en términos de censura y autocensura.
—descripción de la RuNet (el segmento de internet en lengua rusa); análisis del marco legal de la comunicación digital en Rusia, y el alcance de la «ciberguerra» y la propaganda relativa al conflicto de Ucrania en las principales redes sociales rusas.
—un análisis de los medios alternativos rusos y de su excepcionalidad en el marco de las tradicionales clasificaciones entre medios hegemónicos y contrahegemónicos.

Por su parte, el bloque dedicado al estudio de la propaganda política en Rusia es abordado desde dos puntos de vista:
—La propaganda de consumo interno y las bases ideológicas del proyecto «neoconservador» promocionado por Putin —autoritarismo, jerarquía y unidad del Estado— objetivo que gira, en buena medida, en torno a la idea de Rusia como un país permanentemente amenazado, tanto desde el interior como, sobre todo, desde el exterior: «el marco de la guerra».
—La propaganda orientada hacia las audiencias extranjeras: el soft power ruso y su entramado de medios internacionales. Los casos de Russia Today (RT), Sputnik y Russia Beyond The Headlines (RBTH).
—Junto a ello, se estudia la propaganda de guerra en los casos de Siria, Chechenia y Ucrania así como la utilización ideológica de la misma tanto para consumo interno como de cara al exterior.